Mi peor trabajo de verano: "La mujer que se supone que debo cuidar me acusa de robarle sus bragas".

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Para los estudiantes, el verano no siempre es sinónimo de vacaciones, sino de trabajos de verano. Según un estudio del INSEE publicado en 2024, una cuarta parte de los estudiantes en 2020 tenía una actividad profesional fuera de sus estudios. Vendedores de mercado, heladeros o monitores de campamentos de verano... Para financiar sus estudios, llegar a fin de mes o darse el lujo de unas vacaciones, hacían de todo, a veces en condiciones desfavorables. Lo recuerdan y nos lo cuentan. En este episodio, Sandra (1), una abogada de 36 años en Lyon, encontró un trabajo como auxiliar de cuidados a domicilio a los 18 años que le dejó un sabor amargo.
Estamos en París. Tengo 18 años, acabo de obtener el bachillerato y, para financiar mis vacaciones previstas para principios de agosto, decido buscar trabajo. A finales de junio, me pongo en contacto con una empresa que se encarga de la colocación de cuidadores de personas mayores en el distrito 19, donde vivo en ese momento. Es principios de julio.
Libération